Tengo 36 años y un amigo que me llama “Peter Pan”. La formación actoral me hizo entender que ser un niño es la única forma de jugar en esto. Así que Peter Pan me parece una buena forma de describirme.
Nacido en una ciudad que ofrece tanto como Barcelona, no siempre he tenido claro mi camino. Durante más de 10 años he estado dedicado al sector del turismo sin saber demasiado bien por qué. Aunque me ha aportado una serie de herramientas con las que puedo lidiar a la hora de relacionarme con mis compañeros actores y directores.
Mientras esos años pasaban, mi pasión por el mundo audiovisual se hacía cada vez más necesaria. Ya no era simplemente un divertimento con el que me había criado. En casa siempre hemos sido amantes del cine (con 7 años vi 10 veces seguidas “Solo en casa”).
Quería conocer las entrañas de ese extraño mundo así que comencé a estudiar Crítica cinematográfica en la Escuela de Cine de Barcelona, guion en La casa del cine, montaje en la escuela Cinenaccion y muchas masterclass sobre lenguaje cinematográfico en la escuela de cine Bande à Part.
Una formación que me convirtió en un espectador activo ante las imágenes.
Pero esa voz decía que no era suficiente. Que el trabajo detrás de las cámaras era increíble pero yo quería sentirme delante del foco. Así que comencé mi formación actoral en la Escuela de Doblaje de Barcelona donde sentí que podía demostrar mi talento.
Aquellos dos años dieron un giro de 180 grados en mi carrera profesional y comencé a trabajar en un estudio de doblaje.
Conociendo a actores y actrices que venían de teatro y confirmando que los que habían pisado el escenario, tenían un magia especial a la hora de doblar.
Así que el siguiente paso fue apuntarme en la Escuela de teatro La bobina para cursar la diplomatura de actuación.
Tras varios rodajes de cortos, figuraciones, shoots, spots, funciones, escenas, micro teatros… mi camino continúa.